25/10/13

Balance de la temporada de verano 2013: Vivir en las alturas


La verdad es que antes de ponerme a escribir este balance he tenido que hacer una revisión más que completa de las 1036 fotos que componen el álbum llamado "verano 2013".

Como podéis imaginar, este sí, este ha sido un verano en el que el 26 de Junio me instalé a más de 2000 metros de altitud, aún con las montañas llenas de nieve y no bajé hasta el 1 de septiembre.

Suena bien verdad?? Pues imagínate lo que ha supuesto en mi...

He tenido la gran suerte de poder dedicarme a entrenar, a sentirme parte de algo grande, único, duro y serio como es la montaña y el ambiente que gira entorno a ella. 

Experiencias han habido muchas, muchísimas, todas ellas marcadas por la esencia de la más pura altitud, del frío, de las situaciones en las que aún sabiendo que iba al límite me apetecía apretar, salir a disfrutar, salir a sentir la montaña dentro de mí, formar parte de ella.

¿TrailRunning? Por supuesto que sí. Casi a diario. He aprendido a correr en muchos terrenos que no yo sabía ni que existian, he sabido adaptarme a las condiciones de la montaña, ya que desde el primer momento supe que era ella la que mandaba, era ella la que tenía que marcar el ritmo, las rutas, las sensaciones.... A mi merced sólo quedarían las emociones que todo ello me suscitaba por lo que seguro que, teniendo ella mayor carga de responsabilidad, los grandes momentos estarían garantizados. Y así fué.

De día, de de noche, buscando amaneceres y atardeceres, bajo el sol más justiciero o la lluvia más heladora ahí estaba ella, a la altura de las circunstancias para otorgarme la emoción más bonita de este mundo que es sentirme en mi sitio, en mi lugar... En mi montaña…

¿Alta Montaña? Buf! Por supuesto... Mucha. El mero hecho de vivir por encima de los 2000 metros ya hacía que todo lo relacionado con moverse alrededor de casa supusiese una actividad en montaña pero estar tan cerca de grandes montañas que me han marcado mucho me ha permitido concerlas mucho mejor, subirlas, bajarlas, cruzarlas, jugar junto a ellas a esa utopía llamada felicidad constante. No hay palabras que puedan definir lo que sentía al ver salir el sol mientras me encontraba camino a un pico, con mis botas, mi mochila y mi tocho de avellanera :)

Vale, y de todo eso, ¿qué opina el cuerpo? La verdad es que la primera semana el pobre necesitó su tiempo para adaptarse, la altitud y las presiones atmosféricas son valores que afectan muchísimo a nuestra fisiología pero luego... buf! luego fué todo rodado, notaba el cansancio en mis piernas al final de la semana pero me apetecía seguir corriendo... y sino me ponía a andar! que más da!! Si levantaba la mirada me quedaba totalmente KO al ver lo que me rodeaba, al escuchar los animales, entenderlos, conocerlos... Al final del verano ya sabía hasta dónde vivían o por que lugar debía de pasar para no molestarles...
 
¿Y ahora? ¿Ahora qué? Sobran las preguntas así como las respuestas. Sabéis lo que toca... Toca seguir entrenando, día a día, semana a semana, poco a poco se irán enblanqueciendo las laderas, sacaremos los esquís de montaña y volvermos a sentir las sensaciones tan increíbles que siento al deslizarme con mis pieles de foca por lugares de ensueño... y la verdad es que ahora ya hecho de menos el frío y la nieve jejeje :))
 
¿Calendario?¿Retos? Uy... Calendario aún por terminar de definir... Y retos sí, un par en el tintero que se están cociendo a fuego lento en mi mente.... Esperemos hacerlos realidad.


Un fuerte abrazo a todos!!! A seguir! 

Aker.


PD: por último, quiero dar las gracias a cada una de las personas que este veranos han compartido tiempo y ganas a mi lado, no necesariamente entre risas que ha sid ola tónica más que habitual. Simplemente el mero hecho de aprender a vuestro lado ha hecho de mí alguien diferente y mejor... y eso no tiene precio.


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