2/6/13

AuRun night Trail: Disfrutar a ritmo de gaita



Ayer tuve la gran suerte de ser invitado a una carrera que, la verdad, creo que dará mucho que hablar.

Para empezar, dejarme que os ponga en situación: Castelldefels. Parque natural del Garraf. Temperatura agradable. Dos amigos y yo. De espaladas uno parece Krupicka (Marc), el otro una especie de Jornet a la barcelonesa (Edu).

Denominador común? Cachondeo, risas y mucha, muuuuucha calma.

El tema se empezaba a poner todo lo serio que se podia. Rampa de salida, rocky de fondo, y ¡PAM! A correr. Vueltecilla para calentar las piernas, paso por donde estaban todas las familias y enfilada hacia la Morella, punto más alto de carrera.

Las sensaciones que tenía de subida eran inmejorables. Piernas sueltas, respiración relajada, presión cero. 

Rápidamente Marc hace uso de sus gadjeto-patas y literalmente se pira del panorama. Edu se rezaga un pelo pero sé que si me giro a mirarle o me pega una colleja o me pego un traspiés con las rocas que había por allí.

Voy a mi bola, pienso en muchas cosas que han de pasar estos días, me lo tomo no como una carrera sino como una especie de entrenamiento rápido con amigos (si, casi 160 lo sé) así que disfrutar se convierte en mi estrategia, como siempre.

Hasta el primer habituallamiento la verdad es que genial, adelantando a bastantes. La naranja a modo de dopping que me da una amable chica me da alas y enfilo la subidilla hasta el punto culminante de la carrera. 

Dicen que la cima es lo mínimo de tierra y lo máximo de cielo pero si le pones un ritmo gaitero y el comentario del de atrás “joder, que rápidos somos, ya estamos en Galicia” la verdad es que lo hace todo bastante más épico/divertido/auténtico… Quédate con el adjetivo que quieras.

Pero bueno, como todo lo que sube baja, tocaba tirarse monte abajo y claro, ya me conocéis. Ahí bajé el ritmo drásticamente. Admiro a los que os tiráis cuál Kilian monte abajo pero a uno le queda mucha montaña por delante este verano y un esguince ahora pues como que no, la verdad.

Al cabo de un rato, sobre una senda más bien llana oigo un “Aker!!”. Sí, es él, Edu me ha dado alcance. 

Aquí empieza lo que andaba yo buscando: Trail, amigos, vistas y cachondeo general. Vamos poniéndonos al día mientras oscurece. Llevo mi forntal en la mano y en un momento dado la enciendo a modo de test de visión. El tema mejora drásticamente así que paramos un instante y nos ponemos las frontales. Edu con su modo antorcha y yo con mi modo vela vamos descontando kilómentros, difrutando de los corredores terrosos que nos ofrece la prueba, sintiéndonos como dos animalitos. 

Llegamos al segundo avituallamiento. “justo a tiempo” pienso. La verdad es que llevaba el Flask de mi Slab Hydra de Salomon vacío hacia unos 6 km y me apetecia refrescar un poco. Rellenada de tanque y a por el último ataque!!! Nos lanzamos con Edu, luego pagaré un poco esa pasada de motivación pero de sensaciones se vive y eso ya no me lo quita nadie!

Últimos kilómetros, empiezo a sentirme cansado, no he dosificado demasiado bien este último tercio de carrera y las últimas cuestas no las llevaba en mente. Edu me recuerda que “Todo está en el coco” y tiramos, como dos animalitos monte arriba y monte abajo hasta que enfilamos el final: apretada de ambos, cruce de meta, abrazo, grito y lo mejor, una experiencia que no se olvidará.

Gracias AuRun por la oportunidad de vivir estos 20km. tras 9 meses sin competir. Carreras ahora hay muchas, pero conscientes de la dificultad que supone organizar esto os doy más que un 10 por esforzaros/saber congeniar familia (habían inflables para que los niños jugasen mientras corríamos!!!) deporte y buen rollo.

Corredores hay muchos, atletas otros tantos pero lo de ayer fue una prueba de Trail de verdad. Donde lo último es el crono, las marcas o lo que sea.

Porque lo primero, siempre, es disfrutar. Y ayer, conmigo, lo conseguistéis!!

REPETIREMOS!

No hay comentarios: