29/10/11

¡A Dormir!

Cuando hablo con mi gente y les cuento que nos hemos quedado a dormir bajo una piedra a 3000 metros, que plantamos tienda en la cumbre del Aneto, o que si me quieren encontrar me llamen al refugio de no se sabe donde siempre sus rostros deslumbran un tono de “Aker estás pirado”

Bueno, lo cierto es que es un hecho muy frecuente debido a que la montaña es un lugar “lejano” que en muchas ocasiones nos va a exigir que nos quedemos con ella a contemplar las estrellas y por ello, hoy en este blog, vamos a tratar ciertos aspectos relacionados con esto: el arte de dormir en la montaña.
Lo primero de todo, y para que mis Fisioterapeutas no se enfaden es cuidar nuestra espalda. Ella cargará la mochila al día siguiente, amortigua cada paso que damos y sobretodo si ella dice basta… ¡tenemos un problema! Así que lo más recomendable es la utilización de una esterilla hinchable con estructura de panal de abeja tipo ThermaRest (os la recomiendo porque es la que yo uso). Ellas permiten mayor adaptación al terreno (que, evidentemente habremos intentado despejar de piedras) y la espalda reposará más cómoda.

Una vez ya tenemos nuestro “colchón de altura” toca hablar de sacos… Un tema sofisticado que podría ocupar medio blog pero al que hay que darle alguna pincelada. Bueno, esto es muy variable en función de la actividad que se va a realizar pero por encima de los 1500 metros yo recomiendo un plumas. Primero por la relación peso-condición térmica que lo que nos va a permitir es cargar menos y estar más calentitos cuando toque dormir. El inconveniente de estos sacos es el precio. Son caros. Muuuy caros. Pero merece la pena. Otro hecho a tener en cuenta es el almacenaje de estos sacos puesto que no se recomienda que se guarden en la funda normal, comprimidos y hechos un borreguillo, sino que se guarden en sacas grandes que no presionen la estructura.

Una vez que ya tenemos la cama lista me pregunto… ¿Qué hay de la habitación? Pues bueno… Esto al gusto… Algunos tenemos nuestros pequeños apartamentos de montaña, otros suben lo más parecido a un supositorio pero lo mejor… lo mejor es no subir nada y disfrutar de una noche al raso viendo las estrellas (con un buen cubre saco)… Ay como se os ponga a llover… ¡Acordaros de consultar la previsión!

En lo que a seguridad se refiere, lo importante es mantenerse alejado de “para rayos naturales o no” que puedan ponernos en jaque en plena noche y en lugares que se hallen a cobijo de una ventisca. Tras una piedra por ejemplo. De todos modos, os recomiendo que no os situéis debajo de grandes paredes o cortados puesto que pese a que ofrecen una gran cobertura frente a viento y frío, incrementan en un alto porcentaje el riesgo de que caiga una piedra de arriba arrastrada por la ventisca.

Bueno, hasta aquí esta entrada…. Una sugerencia… como veréis en la última foto, dormir en montaña con la frontal en la muñeca nos evitará tener que ponernos a buscarla a las cuatro de la mañana cuando se lie la situación!

Dulces sueños!


No hay comentarios: